Hoy vamos a hablar de algunos elementos que complementan la limpieza dental y que nos ayudan a mantener una buena salud oral.
Una vez que hemos cepillado nuestros dientes con la técnica de cepillado adecuada (en el post anterior os explicamos las técnicas que existen) debemos prestar atención a otras partes del diente a las que no llegamos con el cepillo.
- En primer lugar vamos a hablar del hilo dental o seda dental, ayudará a limpiar entre diente y diente y sacar cualquier resto de comida que se nos haya quedado.
La técnica de uso del hilo es muy sencilla: hay que sostener un hilo lo suficientemente largo para enrollarlo en nuestros dedos y poder ir pasando diente a diente en zigzag. Para ayudar a su uso, en los supermercados existen unos instrumentos de plástico que contienen un poco de hilo y facilitan su paso.
Si tienes brackets, existe un tipo de hilo dental que tiene en un extremo un trozo más duro para poder pasarlo por debajo del arco.
- También hablamos del uso de cepillos interdentales. Como el hilo dental, sirven para limpiar entre diente y diente y eliminar aquellas bacterias que se han quedado después de las comidas.
Hay diferentes tamaños y hay que escoger el más adecuado, de manera que pase por el hueco pero sin dañar. Para las zonas anteriores, existen unos cepillos interdentales que son curvos y facilitan el manejo.
El uso de cada cepillo es de varios días.
- El enjuague o colutorio bucal es el elemento de limpieza dental, después del cepillado, más común. Es un buen antiséptico que permite mantener a raya las caries, la halitosis o la gingivitis.
Según la edad que tengamos y las necesidades que tenga nuestra cavidad oral, debemos escoger uno u otro.
Si tienes dudas sobre cómo utilizarlos, qué cantidad usar o cuándo usarlos, contacta con nosotros y te daremos las claves para mantener tu sonrisa a punto.